viernes, 21 de octubre de 2011

LA MORAL

Definición de la palabra moral según la Real Academia Española:
Moral: 1. Se aplica a lo que se considera bueno según la moral. 2. Se dice de lo que se refiere a la mente por oposición a lo material o corporal. 3. Conjunto de principios que dirigen y juzgan el comportamiento de una persona o una colectividad. 4. Cualidad de lo que se considera bueno o recto. 5. Estado de ánimo bueno o malo con que se emprende o se afronta algo.
Definición de la palabra moral según JMC:
Moral: Determinado juicio de valores que una persona adopta y defiende condicionando este juicio su actitud de cara a la vida y por tanto condicionando también la realidad.
LA MORAL: EL CONDICIONAMIENTO PSICOLÓGICO.
La moral es algo que “todo el mundo” considera necesario para vivir “en orden” o de manera “cívica” por así decirlo.
Yo mismo he creído eso hasta hace unos meses atrás, pero sinceramente ya no creo que sea necesario, de hecho, no es que no crea que no es necesario, sino que he comprendido que no lo es, soy consciente de ello, así de sencillo.
Voy a intentar expresarme de la manera más concreta y sencilla posible, mi voluntad es que el lector comprenda conforme lee.
Veamos: dependiendo del lugar, familia, cultura, situación económica y momento en el que vivamos tendremos tendencia a adoptar una moral u otra, es decir, un pensamiento de lo que es justo u otro.
La moral es la idea de bien que uno defiende.
Cada persona tiene una idea de bien con respecto a distintos aspectos de la vida, algunas personas coinciden en ocasiones y otras difieren entre ellas. A veces entran en conflicto, discuten, se violentan e incluso matan por esta idea de bien.
Curioso pelearse por defender tu idea de bien… ¿Acaso eso está bien?
Un buen ejemplo sería el de un soldado que mata a desconocidos CREYENDO hacerlo por el bien de su “patria”, la cual no existe, “alguien” la inventó y así separó a estas personas del resto del mundo (fragmentado a su vez por otras “patrias”: continentes, estados, comunidades, ciudades, pueblos…, así es más fácil exponernos al enfrentamiento entre nosotros).
Por cierto, veo un juego de palabras curioso: dependiendo de tu idea de bien tu moral será una u otra, dependiendo de tu moral tu idea de bien será una u otra.
Es decir, la idea de moral y la idea de bien son exactamente lo mismo, compruébenlo.
Yo me pregunto: ¿Qué es el bien? ¿Dónde está? ¿Cómo es? ¿Para qué sirve (aparte de distanciar o hacer cómplices a las personas)?
NADIE PUEDE EXPLICAR EL BIEN DE MANERA OBJETIVA, como nadie puede explicar que es la felicidad de manera objetiva.
Todos estos conceptos se encuentran en el campo psicológico, no se pueden ver, ni tocar, ni oler, ni oír, ni saborear, y… ¿Saben porque? Porque realmente no existen.
Los conceptos psicológicos son referencias que nos hemos CREÍDO, “alguien” las CREÓ para tenernos divididos, separados, para tenernos controlados y “entretenidos” defendiendo “nuestras” ideas (que realmente no son nuestras de manera innata, sino de quien las inventó), principalmente para que no pensemos y seamos conscientes de esto que intento explicar ahora.
Las ideas que alguien defiende son las que la distinguen de las demás personas. Muy curiosamente el sistema nos invita a que busquemos la distinción mediante ideologías y marcas comerciales, algo que nos distinga de los demás para así creernos especiales.
Físicamente y psíquicamente somos todos distintos por naturaleza, se podría decir que eso ya nos hace ser “especiales” ¿Acaso no lo ven así?

Ahora bien, psíquicamente todos tenemos un sentido “común”, y escribo común entre comillas porque desgraciadamente la gente no suele darle uso, ya que la mente anda programada constantemente, acabamos con un programa para meternos en otro (un programa en el trabajo, otro con tu pareja, otro con el amigo, otro con respecto al ocio y al tiempo libre…, ocupación mental ante todo), tenemos pánico a no tener nada que pensar o que hacer: a no tener “programas de actuación” básicamente.
Conceptos como sentido común, razón, mente, inteligencia… no se pueden definir de manera objetiva como es el caso de la idea de bien.
Sin embargo los conceptos: razón, mente, inteligencia, sentido común… intentar expresar “aquello” que nos permite pensar, hablar, relacionarnos… en definitiva, vivir y ser conscientes de que vivimos; por lo tanto esa “cosa” existe, el nombre que le pongamos es lo de menos, incluso sin nombre seguiría existiendo. Está en todos nosotros, es común y real, todo el mundo piensa, eso es un hecho, no una creencia.
Las ideas, sin embargo, fueron inventadas para limitar este sentido común, para encarcelarlo en un habitáculo de ideas, valga la redundancia.
Una persona cualquiera mediante la observación puede llegar a discernir, a distinguir lo real de lo falso, como lo útil de lo no útil.
Cuando alguien se da cuenta de que existen conceptos que no son útiles y no sirven para nada más que para limitar nuestra mente y así limitar también nuestra vida, entonces, en esa acción de darse cuenta se es CONSCIENTE. Darse cuenta de algo, comprender y ser consciente de algo es exactamente lo mismo, es así de simple, no requiere esfuerzo ni tiempo, sucede en un instante, en cualquier instante.
En el momento en que una persona empieza a cuestionar y a comprender la inutilidad de las ideas puede llegar un momento en el que se acabe con toda idea que pudiera arrastrar a lo largo de una vida, incluso con la    IDEA DE YO (la idea que alguien tiene de ella misma, quien cree ser, el ego), es entonces cuando la consciencia está en ella y no hay lugar ya para las ideas. El pensamiento se para y la mente queda en  silencio, desnuda y liberada, liberada de ideas, de moral, de juicio.
La manipulación de la humanidad existe desde tiempos remotos, buscar el origen de ella puede resultar interesante pero… verla y desprenderse de ella en consecuencia es lo realmente útil.
Fíjense como la manipulación está escondida en el propio lenguaje: se dice que cuando alguien ha perdido el juicio está loco…, bien, como habrán observado a lo largo del texto, yo entiendo justo lo contrario, de manera que me atrevo a decir que cuando en una persona no está el juicio está la inteligencia, irremediablemente.
En fin, al fin y al cabo ¿Quién escribe ahora? ¿Un loco? Muchos de los lectores pensarán esto hasta el día que acaben con su juicio… si es que sucede, mientras tanto seguirán juzgando, juzgando a quien escribe, a quien le mira, a quien le habla… a todo el que le rodee, y a todo lo que le rodee, estas personas vivirán siempre en soledad con su moral, ella será la barrera con respecto a la realidad.
La moral no es necesaria para la vida, tan solo la limita y altera.
Quien limita la mente, limita la vida.

                                                                                                                                JMC
                                                                                                                 8 JULIO 2011


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